Vendo lo poco que tengo y me voy de Almagro.

Aquí no hay futuro…

Hola a todos, qué tal estáis???
Espero que muy bien y dispuestos a pasar unas felices navidades, acompañados de vuestra familia, amigos y seres más queridos.

Yo estoy bien, gracias. No obstante, ahora con un nudo en el estómago pues he tenido que tomar una decisión drástica… Una decisión que ha pesado mucho pero que irremediablemente tengo que afrontar. Me dispongo a vender lo poco que me queda y … luego, Dios dirá.

Han sido muchos años de convivencia en este pueblo, viendo crecer a los pequeños, madurar a los jóvenes y envejecer a los ancianos; viendo pasar las estaciones y los años; viendo cómo se retocaba el horizonte arquitectónico de mi pueblo; viendo cómo se engalanaban las calles para las ocasiones importantes; viendo, en difinitva, la vida de Almagro. La vida… esa vida que ahora no tengo; esa vida que ahora se me acaba; esa vida que ahora se me escapa… Y os puedo asegurnar que es no por falta de ánimo, de ilusión, o de energía. Tengo el ánimo del primer día, la ilusión de una vida entera por vivir y la energía suficiente para no parar.

Sin embargo, ya no puedo más… me rindo.
Pero me rindo, no sin antes agradecer a todos aquellos que pusieron su confianza en mí, que me visitaron, que vinieron buscando en mí aquello que no tenían y que en la mayoría de los casos yo les proporcionaba; que vinieron buscando en mí un asesoramiento que yo les dispensaba; que vinieron buscando en mí un beneficio que yo les otorgaba; que vinieron buscando en mí… Muchas gracias a todos, gracias de corazón.

Ya me despido, pero con el deseo de que ojalá algún día no tengamos que lamentarnos, cuando veamos a nuestros hijos marchar por la falta de oportunidades en el pueblo, fruto de aquella inconsciente contrapartida que las comodidades del s.XXI nos hizo pagar…

Un afectuoso saludo.
Fdo. El Comercio Tradicional de Almagro.