Nuestra sugerencia: Observar grullas en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel

En invierno aterrizan en las Tablas de Daimiel miles de grullas procedentes de países tan distantes como Noruega, Suecia, Alemania, Finlandia, Polonia, países bálticos y oeste de Rusia. Eligen el Parque Nacional como uno de sus lugares de invernada, buscando climas templados y huyendo de los gélidos fríos del norte de Europa.

La calidez y el resguardo que le ofrecen las zonas húmedas llevan a estas aves a recorrer más de 2.500 kilómetros de distancia cada año, con el fin de aprovechar la seguridad y el alimento que les ofrecen lugares como Las Tablas de Daimiel.

Con el buen estado actual de inundación del parque, las aves además encuentran aquí el lugar ideal para su descanso, puesto que tienen la costumbre de dormir con las patas metidas dentro del agua para así poder detectar a sus posibles depredadores, los cuales tendrían que «chapotear» antes de llegar a ellas.

Los observadores de aves, o birdwatcher como dicen los ingleses, tienen en invierno en las Tablas pues una cita imprescindible para su afición: Es fácil identificar a la Grulla común por su característico vuelo en forma de uve, por su gran envergadura (supera el metro de altura), por su vistoso plumaje gris y por el casi escandaloso sonido o trompeteo que emite.

Visitas guiadas

Actualmente el Parque ofrece varios tipos de visitas guiadas para todos aquellos visitantes que quieran descubrir y conocer de mano de un experto la fauna, flora e historia de Las Tablas de Daimiel.

La visita guiada senderista, por ejemplo, consiste en recorrer por la tarde unos 2,5 kilómetros a pie por senderos cómodos y fáciles. Con la caída del sol, el guía-intérprete procura llevar al grupo a un sitio elevado del parque desde donde poder observar el regreso de las grullas hasta sus dormideros. Es todo un espectáculo – por la cantidad de aves que llegan y también por los sonidos que emitan.

Para más información, por favor visita la página web del parque.

Y si necesitas un alojamiento para tu excursión, ya sabes que en Almagro – a pocos kilómetros del parque – tienes dos hoteles muy bonitos: Retiro del Maestre y Mastrazgo de Calatrava.

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