Retiro del Maestre y el Arte de ‘Hablar a la Fresca’.

¡Luces, cámara, acción! No, no estamos en el Corral de Comedias, pero casi. En el escenario del hotel Retiro del Maestre, en la pintoresca Almagro, la función de cada noche es una tradición tan manchega como el queso y el vino de la región: ‘hablar a la fresca’. Aquí, al caer el telón del sol, comienza una obra teatral improvisada, protagonizada por los mismos huéspedes, donde las risas y las conversaciones cobran vida bajo las estrellas.

Imagínense esto: un patio que parece sacado de una escena de Cervantes, con sus columnas de piedra que podrían contar historias de siglos, una fuente que susurra secretos del pasado y aspidistras que añaden un toque verde al decorado. En este rincón mágico de Almagro, cada tarde se revive la costumbre de ‘hablar a la fresca’, pero con un toque teatral que solo Retiro del Maestre puede ofrecer.

Los huéspedes, convertidos en actores por una noche, se reúnen alrededor de la fuente, donde las conversaciones fluyen tan libremente como el agua. Aquí, el guion lo escribe la vida misma, y las anécdotas personales se entremezclan con historias de Don Quijote y Dulcinea. Cada frase es un diálogo, cada carcajada un aplauso, y cada nuevo amigo, un compañero de reparto en esta comedia de la vida.

Y, por supuesto, ¿qué sería de una buena función sin un buen refrigerio? En Retiro del Maestre, las bebidas y aperitivos locales son los encargados de mantener las gargantas de nuestros «actores» bien hidratadas, listas para el próximo monólogo o la siguiente réplica ingeniosa. En ocasiones, el hotel sube el telón de eventos especiales, donde la música y la poesía local toman el escenario principal, añadiendo una nota de magia a estas veladas.

Lo maravilloso de ‘hablar a la fresca’ en este rincón de Almagro no es solo el compartir historias o disfrutar de una noche bajo las estrellas. Es, en realidad, un homenaje viviente a la rica tradición teatral y literaria de la región. Aquí, cada noche es una obra nueva, cada conversación, un acto inesperado y cada encuentro, una escena memorable.

Así que, al caer la noche, no se sorprendan si se encuentran recitando versos de Lorca o debatiendo sobre las aventuras de Quijote y Sancho, porque en Retiro del Maestre, cada huésped tiene la oportunidad de ser parte de la rica tapestría cultural de La Mancha. Aquí, las noches son para vivirlas, las historias para compartirlas, y los recuerdos para atesorarlos mucho después de que el patio vuelva a quedarse en silencio, esperando la próxima función al caer el sol. ¡Y que siga el espectáculo!

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